¿Sabías que quejarte de tus hijos es contraproducente?

Como padre o madre, seguro que a menudo te quejas de lo mal que se portan los peques: no paran, no son conscientes del peligro, son desordenados, no comen, no duermen, etc.

A veces la paternidad/maternidad nos supera, pero quejarse frecuentemente delante de ellos, es negativo desde el punto de vista educativo. Los peques viven las quejas de sus padres como pequeños fracasos, sintiéndose ridículos o frustrados. Si te perciben como un policía o juez que critica sus acciones constantemente podrían sentirse nerviosos o desarrollar inseguridad.

¿La solución? Explícales las cosas. El aprendizaje pasa por la asimilación de conceptos, cuando hay algo de la actitud de tu hijo que te cansa o molesta, lo ideal es explicar por qué y ejemplificar qué te gustaría que hiciese para cambiarlo.

Un último consejo: pasa más tiempo disfrutando de ellos, jugando, leyendo y aprendiendo.

Sara Paz

Equipo de Comunicación

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