La educación ambiental busca concienciar a los más peques sobre las problemáticas que tienen que ver con la salud del planeta. El objetivo es que se involucren con el medioambiente, que aprendan a respetarlo, a cuidarlo y que formen parte de manera activa en la protección del mismo. Es decir, la educación ambiental va más allá de lo que se enseña dentro de las aulas: pretende que niños y niñas adquieran el cuidado de la naturaleza como un estilo de vida. En el post del blog de hoy os hablamos sobre la educación ambiental y algunos consejos para introducirla dentro de las aulas.
La educación ambiental no es nueva; es un concepto del que ya se empezó a hablar a una escala internacional a finales de la década de los cuarenta. Sin embargo, no fue hasta 1972 en el que se acuñó por primera vez el término. Unos años más tarde, en 1975, la UNESCO, en colaboración con el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), organizó la I Conferencia Internacional sobre Educación Ambiental. Desde ese día, se acuerda la implementación de la educación ambiental en el interior de las escuelas con el objetivo de formar a las futuras generaciones en el respeto por el medioambiente y el cuidado del planeta. En el año 2017 la UNESCO declaró la necesidad de incluir la educación ambiental en todas las escuelas como uno de sus objetivos principales. Además, incluyó los siguientes objetivos:
- Concienciar de los problemas ambientales y sensibilizar ante ellos
- Fomentar interés en la participación y mejora de las condiciones del planeta.
- Desarrollar su capacidad de informarse acerca de cosas que no saben del medio que les rodea y fomentar su curiosidad.
- Ampliar los conocimientos ecológicos y del entorno próximo, como el clima, el aire, los bosques, etc.
Cómo enseñar educación ambiental en las aulas
Algunas formas de fomentar el respeto por el medioambiente dentro de las aulas son:
- Conexión con la naturaleza. Es esencial que los peques desarrollen una conexión significativa con la naturaleza desde edades tempranas. Para ello (si el tiempo lo permite), se puede usar el entorno natural como aula y cambiar los pupitres por un parque.
- Aprendizaje experiencial. Niños y niñas aprenden mejor a través de la experiencia. Fomentar actividades prácticas como la siembra de plantas, la creación de huertos escolares o la limpieza de espacios naturales cercanos les ayudará a comprender cómo interactuar con el medio ambiente y cómo pueden cuidarlo.
- Juegos educativos. Los juegos son una excelente manera de enseñar conceptos ambientales de manera lúdica y entretenida. ¡Y los hay de todo tipo! Se pueden usar juegos de mesa, rompecabezas o aplicaciones educativas relacionadas con el medio ambiente para reforzar lo aprendido en clase.
En Smile and Learn tenemos varios juegos y vídeos sobre medioambiente con los que pueden aprender sobre la importancia de cuidar el entorno que nos rodea. Desde vídeos que enseñan sobre algunas de las consecuencias del cambio climático hasta juegos en los que aprenderán a reciclar. Por ejemplo, aquí podéis ver el séptimo de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) sobre la energía asequible y no contaminante.
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