La capacidad media de atención de las personas adultas tiene una duración aproximada de entre 10 y 15 minutos, por lo que no es de extrañar que a los peques también les cueste estar centrados en las clases de una hora de duración. Prestar atención es imprescindible para que los alumnos y alumnas alcancen un buen rendimiento académico y accedan a los conocimientos del curso.
Los más pequeños están constantemente expuestos a estímulos que activan el cerebro, impidiendo que este pueda relajarse y centrarse en lo que está haciendo. Existen técnicas para ayudar a mantener su atención durante una clase. A continuación, nombramos algunas:
- Capta su atención. Comienza la clase con algo novedoso, alguna curiosidad o algo que pueda resultarles interesante. Los primeros minutos son determinantes para atrapar su atención. ¡Aprovéchalos!
- Recompensa su progreso. La mejor manera de motivar a los alumnos y alumnas para participar de forma activa en clase es ofreciendo recompensas por el trabajo bien hecho.
- Incentiva el trabajo en equipo. Con ello, los alumnos y alumnas aprenden a ayudarse mutuamente, a desarrollar la empatía, a comprender mejor a los demás y sobre todo, a resolver problemas.
- Emplea nuevas tecnologías. La incorporación de herramientas tecnológicas permite a los alumnos desarrollar nuevas habilidades. Además, existen numerosas plataformas como Smile and Learn que permiten aprender sobre cualquier materia a través de actividades y juegos interactivos que les motivan.
- Incluye el juego de manera transversal al contenido. Los peques aprenden mucho mejor a través de juegos interactivos que se van incorporando gradualmente en las aulas.
- Promueve el aprendizaje cooperativo en clase. Es una metodología que busca lograr la autonomía del alumnado, es decir, que sean capaces de aprender de sí mismos y de sus compañeros.
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