Las 5 fases del aprendizaje por proyectos

¿Sabías que el aprendizaje por proyectos ayuda a que los alumnos se involucren más en su aprendizaje?

El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP o PBL, por sus siglas en inglés) es una metodología educativa que ofrece a los alumnos la oportunidad de ser los protagonistas de su propio proceso de aprendizaje. En lugar de recibir información de manera pasiva, los estudiantes son animados a construir su conocimiento alrededor de un tema central significativo, lo cual les permite conectar los nuevos aprendizajes con sus conocimientos previos. Esta metodología también promueve el aprendizaje colaborativo, ya que los estudiantes trabajan en conjunto para investigar, explorar y experimentar.

El Aprendizaje por Proyectos tiene como objetivo principal fomentar la curiosidad natural de los niños, invitándolos a investigar temas que les interesen y, a través de este proceso, desarrollar habilidades clave como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la creatividad y la cooperación. En este modelo, el docente deja de ser el centro del aula y pasa a desempeñar un papel de guía y mediador, apoyando a los estudiantes en su proceso de descubrimiento y proporcionándoles las herramientas necesarias para avanzar en su proyecto.

La metodología ABP es especialmente eficaz porque no solo se enfoca en la adquisición de conocimientos, sino también en la formación de actitudes y habilidades que los estudiantes necesitarán en su vida cotidiana. Además, se trabaja de manera interdisciplinaria, lo que significa que, al elegir un tema central, se pueden abordar diversas áreas del conocimiento, como matemáticas, ciencias, lengua, arte, etc.

El proceso de aprendizaje basado en proyectos se puede dividir en cinco fases diferentes que permiten a los estudiantes avanzar de manera estructurada mientras exploran su centro de interés:

Fase 1. Elegir el tema que vamos a trabajar.

El primer paso es elegir un tema que sea relevante y significativo para los estudiantes. Este tema debe despertar su curiosidad y estar relacionado con sus intereses y conocimientos previos. Es importante que la elección del tema se haga de manera grupal y que el maestro actúe como mediador para orientar el proceso. El tema seleccionado será la base a partir de la cual se trabajarán diversas áreas de conocimiento, lo que facilita una aproximación global al aprendizaje.

Fase 2. ¿Qué sabemos? y ¿Qué queremos aprender?

Una vez elegido el tema, es fundamental reflexionar sobre lo que los estudiantes ya saben sobre él. Esta fase consiste en poner en común los conocimientos previos del grupo y, al mismo tiempo, establecer qué desean aprender más profundamente. Esta parte del proceso promueve la reflexión, la comunicación y la colaboración entre los alumnos. El maestro facilita esta fase mediante preguntas que los lleven a pensar de manera crítica sobre el tema elegido.

Fase 3. ¿Cómo vamos a aprender? 

En esta etapa, los estudiantes comienzan a investigar el tema seleccionado y exploran cómo pueden adquirir nueva información. Pueden hacerlo a través de diversas fuentes: libros, internet, entrevistas a expertos, actividades prácticas o incluso jugando. Es una fase de descubrimiento y curiosidad en la que los estudiantes se sienten más motivados al estar involucrados activamente en la búsqueda de respuestas. Además, se pueden utilizar materiales didácticos y recursos creativos, como disfraces o juegos, para hacer el aprendizaje más dinámico y atractivo.

Fase 4. Organizamos la información en bloques. 

Con la información recopilada, los estudiantes deben organizarla de manera que sea fácilmente comprensible para todo el grupo. Esta fase puede implicar actividades como realizar presentaciones, crear murales, diseñar proyectos de arte relacionados con el tema o incluso invitar a expertos para que den charlas sobre el tema. También se pueden organizar salidas o visitas relacionadas con el tema de estudio, lo que permite a los alumnos vivir la experiencia de aprender de manera práctica. Es una etapa de consolidación en la que los estudiantes integran lo aprendido a través de la reflexión y la colaboración.

Fase 5. Cierre del proyecto.

Finalmente, al cierre del proyecto, los estudiantes presentan lo aprendido y reflexionan sobre el proceso. Esta fase permite hacer un repaso general de lo trabajado, evaluando no solo el conocimiento adquirido, sino también el proceso de trabajo en equipo y la forma en que se abordaron los desafíos. El cierre del proyecto es una oportunidad para que los estudiantes compartan sus experiencias, ideas y resultados con el resto de la clase, mostrando su trabajo final, ya sea en forma de una presentación, una exposición o incluso un informe. Esta reflexión final ayuda a consolidar lo aprendido y a valorar el esfuerzo colectivo.

Raquel Melero

Equipo de Educación