La transmisión de conocimientos ha sido la principal preocupación de la educación durante mucho tiempo, pero la sociedad está cambiando y con ella los centros educativos, haciendo necesaria la transformación hacia una escuela flexible, diversificada y adaptada a todas las necesidades del alumnado: la educación debe ser un factor de cohesión social.
Una forma de conseguir esto es a través del aprendizaje cooperativo, que propone una manera distinta de organizar el sistema educativo en diferentes niveles: centro, aula, método y técnicas de enseñanza.
Este método se cimienta en la teoría constructivista, donde los estudiantes son los actores principales del proceso de aprendizaje. Entre las múltiples ventajas de esta metodología encontramos la oportunidad de enseñar a los compañeros/as, promoviendo la asimilación y reorganización de lo aprendido de forma más significativa. También se aumenta la interdependencia positiva ya que la única forma de alcanzar las metas personales, es a través de las metas del equipo. Además se propicia el protagonismo de los estudiantes en las actividades de aprendizaje, generando una participación directa y activa. Y por último, ofrece una atención individualizada hacia el alumnado que más lo necesita. Se trata de cooperar para aprender a cooperar, algo fundamental en nuestros días.
Eva Fernández
Equipo Pedagógico Smile and Learn