Hoy en día cada vez son más las escuelas que introducen la robótica como una asignatura curricular más. En países como Alemania o Finlandia forma parte de las materias obligatorias que deben aprender los estudiantes durante sus primeros años formativos. La robótica se engloba dentro de la llamada educación STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics), un área que abarca aquellas habilidades relacionadas con la ciencia y que está en continuo crecimiento.
En la actualidad, el 20 % de los trabajos están basados en las áreas STEM. La robótica educativa se considera como una de las mejores formas de acercar a los más peques a las TIC. Además, ayuda a desarrollar numerosas habilidades como:
- Trabajo en equipo. Se pueden plantear retos grupales que fomenten la colaboración entre el alumnado.
- Mejora la memoria y la concentración. La mayoría de los niños y niñas conocen lo que es un robot y es un concepto que puede resultarles muy atractivo. Proponerles la construcción de uno o entender su funcionamiento mantendrá activa su atención y curiosidad.
- Fomenta el pensamiento lógico. Mediante conceptos abstractos como las operaciones matemáticas o la programación se crea un objeto tangible y real, lo que ayuda a conceptualizar lo aprendido.
- Favorece la creatividad. Se puede personalizar la construcción del robot de muchas maneras diferentes, lo que da pie a la imaginación y a que cada alumno y alumna aporte su propia visión.
- Mejora la percepción visual y espacial. La visión espacial permite mejorar las habilidades motoras y físicas, además de ayudar en asignaturas como la geometría o en la resolución de problemas.
- Familiariza al alumnado con la programación. Hoy en día la programación es una de las habilidades más demandadas en la era digital en la que vivimos.
Cómo implementar la robótica en el aula
Se puede introducir la robótica en las clases de diferentes maneras. Lo principal es tener claro un objetivo sobre el que trabajar y a partir de él organizar al alumnado, el tiempo o las actividades. Es importante que la asignatura se integre de manera natural dentro de las aulas. Para conseguirlo, la robótica puede formar parte de otras asignaturas STEM como puede ser Tecnología. Lo más aconsejable es enseñar robótica en base al modelo de aprendizaje por proyectos. Si se divide el trabajo en pequeñas tareas y objetivos semanales que los estudiantes puedan conseguir poco a poco será más fácil que se interesen por la robótica. Y, sobre todo, ¡que sea divertida! De esa manera la enseñanza será amena y niños y niñas aprenderán con una sonrisa.
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